Una laguna plastificada



Desde el staff de EcoSteubal, tuvimos la posibilidad de entrevistar al investigador del CONICET - UNL, Martín Blettler, quien dirige un grupo de investigación abocado al estudio de la contaminación por residuos plásticos en el río Paraná y sistemas fluviales conectados.

La investigación de este equipo interdisciplinario comenzó en el año 2017, siendo pioneros en la temática. Podés acceder a la investigación acá. ( LINK)

Nosotros registramos un grueso de residuos de origen domiciliarios, es decir, lo que consumimos en el día a día. Si extrapolamos esa información, nos está diciendo que eso es lo que desechamos todos en la vida cotidiana. La botella, la bandejita de telgopor, el vasito de yogurt, el sachet, etcétera”, explica Bettler.

Esos desechos, se acumulan en diferentes lugares como pueden ser los basurales formales -es decir, aquellos aceptados e incorrectamente administrados-, y otros de menor dimensión que se originan casi casi espontáneamente o en un lugar donde no está predeterminado hacerlo. Esta información es clave, porque nos está hablando de un mal manejo de los residuos sólidos urbanos en las ciudades, tanto de Santa Fe como en zonas aledañas o del margen de la laguna.




El hecho de que la mayoría de los residuos sean desechos de uso personal y cotidiano, está indicando que el principal foco contaminante somos nosotros, los humanos. “El tipo de residuo, nos está diciendo a ciencia cierta de dónde está viniendo eso, es decir, concretamente del supermercado a nuestros hogares y de nuestros hogares al ambiente dado por un mal manejo de ese tipo de residuos”, afirma el investigador.

Romper la cadena
La contaminación que se genera, es mucho más compleja y profunda de lo que podemos pensar. No se trata sólo de un envoltorio que se tira al agua. Son un conjunto de acciones individuales, de decisiones corporativas y de gestión municipal, las que deben revisarse. 

Entrevista completa en nuestro canal de Youtube.

Hay una gran cadena que se debe comprender entrelazada. En primer lugar hay una cuestión que excede a los municipios que es el producto mismo, es decir hay grandes compañías y otras más pequeñas, que tienen una libertad total en el país de elegir en qué envase van a empaquetar o embotellar su producto. En ese sentido, esas compañías eligen un determinado embalaje para su producto pero no se hacen cargo del deshecho de ese embalaje”, narra Blettler y prosigue “Ahí entra en juego el municipio, él sí se hace cargo aunque no es un problema únicamente del municipio. Es un país que tiene las problemáticas que todos conocemos, no tenemos capacidad para tratar todos esos residuos en la magnitud que se producen, entonces ahí viene otra de las fallas. El municipio no logra tratar todos los residuos de la forma efectiva que debería hacerse.

Activá tu lado Eco

El tercer eslabón de la cadena sos vos. No debemos olvidarnos que, como te decíamos, las acciones individuales también cuentan. No se trata solo de señalar con el dedo al municipio y a las corporaciones, sino también de proactividad personal. Como ciudadanos y consumidores, podemos decidir qué comprar, a quién y con qué frecuencia.
Apuntar a reducir el consumo de plástico debería ser una meta en común que todos busquemos alcanzar. Convertirnos en consumidores responsables y selectivos, ayudará a que el mercado mismo busque satisfacer una demanda más ‘eco’, y produzca artículos con embalajes y empaques más sustentables.
Optar por consumir productos naturales locales, artesanales o de emprendimientos de tu ciudad, no solo tiene un feedback positivo en el medio ambiente, sino que también en la economía y, por qué no, en tu salud.

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